Los paisajes de mar azul, arena blanca y bosques o selvas cerca de las orillas nos trasladan a sitios de relajación, paz... de los que vuelves nueva :-), casi como si hubiera nacido de nuevo.
Sin embargo, parece que los maldivos (y muy probablemente los turistas) no son conscientes del gran tesoro que tienen. Es muy frecuente encontrar botellas, botes, plásticos, cajas... de todo flotando en el mar :-(
Nos contaba la divemaster que era práctica frecuente por los lugareños arrojar botellas y plásticos por la borda, y que al explicar que eso no debía hacerse se extrañaban e ignoraban lo dicho. Al explicar que las tortugas comían el plástico arrojado por la borda y que en consecuencia morían, éstos contestaban que "la tortuga es tonta". Angie (la divemaster) se esfuerza en inculcar la necesidad de conservar ese entorno en las mejores condiciones y que no suceda como ha sucedido en el Mediterráneo donde nos lo hemos ido cargando poco a poco.
Tal vez la visualización de este proyecto documental Mildway que ya lleva unos meses circulando por la red, pueda abrir un poco los ojos, en un país donde los pájaros son infrecuentes y en cambio se observan con facilidad murciélagos gigantes.
Un país tan maravilloso y tan enfocado al turismo debe ser conservado y debe hacer un gran hincapié en la educación ambiental de los habitantes de las islas y atolones, así como de los turistas que los visitan; con una apropiada gestión de residuos que reduzca al máximo el volumen generado. La reducción y reutilización de envases debería ser una de sus prioridades aunque entiendo que países que son fundamentalmente importadores pueden encontrar ciertos problemas a la hora de aplicar políticas a las empresas que fabrican productos envasados.
Os dejo esta galería de imágenes de The Guardian sobre los residuos en Maldivas.
Y este será el único post "negativo" sobre Maldivas porque el resto es sobresaliente :-)
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