En primer lugar, quiero aclarar que pese a que he estudiado sobre pesca y me gusta leer sobre ella, no trabajo en estos momentos en este tema, ni éste es un análisis profundo. Sin embargo, me gustaría compartir algunas reflexiones porque creo que van a ser necesarias, especialmente para el Mediterráneo donde los consumidores probablemente tendremos que ser especialmente cuidadosos para evitar males mayores. Ahora os diré por qué.
Pero empecemos por lo bueno :-)
Uno de los éxitos de esta reforma ha sido conseguir un compromiso firme en la conservación de los stocks pesqueros porque se ha convencido de la prohibición de los descartes (alguna duda para el Mediterráneo) y la consecución del Máximo Rendimiento Sostenible (RMS) todo un logro ya que se respetarán (parece ser) las recomendaciones científicas. Sin embargo, y esta es la principal pega, no son muy firmes en las fechas, pues si bien el objetivo es 2015 puede variarse dependiendo de las circunstancias.
Teniendo en cuenta que el Atlántico tiene el 33% de las pesquerías sobreexplotadas y el Mediterráneo el 88% (!!!!!) las medidas para frenar la sobrepesca son algo más que urgentes. El caso es que en Europa, la industria pesquera es muy diferente del Norte de Europa al Mediterráneo y por tanto hay que hacer unas apreciaciones previas antes de entrar en materia con la prohibición de los descartes:
- En el mar del Norte la estructura de puertos se basa en grandes puertos industriales donde toda la pesca llega a los mismos y en torno a los cuales hay una gran cantidad de industria asociada para la creación de harinas de pescado para pienso.
- En el mar Mediterráneo hay una gran cantidad de pequeños puertos pesqueros (no hace falta más que ir por la costa levantina que cada pueblo tiene su puerto) donde todos los días arriban los barcos de pescar para vender el pescado diariamente. Aunque la cantidad de pescado es menor que en el caso anterior ya que el Mediterráneo es un mar oligotrófico, poco rico en nutrientes y por tanto en pesca (aunque esta es una de las características que influye en su riquísima biodiversidad).
Qué difícil hacer una legislación pesquera común para tanta particularidad y complejidad económica, social, cultural y ambiental.
La prohibición de descartes
Pues bien, ¿en qué consiste la prohibición de descartes?
Pues es lo que dice su nombre, no se podrá descartar ningún pez sea la especie que sea y la talla mínima que tenga, por lo que se tendrá un mejor conocimiento de las poblaciones de las distintas especies de peces ya que se podrá cuantificar todo y se promoverá la selectividad de las artes y el cumplimiento de las cuotas, básicamente por la cantidad de espacio disponible. Esta medida se implantará progresivamente en función de las especies.
Respecto a los juveniles, se permitirá su comercialización para la fabricación de piensos y harinas de pescado aunque los pescadores sólo podrán venderlos a un precio que cubra los costes sin tener beneficio respecto a esta venta y nadie quiere trabajar para no conseguir beneficios.
El resto de especies, si es de especies que tienen cuotas asignadas existirán mecanismos para compensar las capturas incluso a cuenta del año siguiente.
Prohibición de descartes en el Mediterráneo
A raíz de lo anterior, se pueden intuir posibles problemas de la prohibición de descartes pero asistir a determinados talleres uno de ellos donde el profesor José Luis Sánchez Lizaso dio una charla magistral (siempre es un gusto escucharle) y este (donde Raúl García de WWF dio su visión sobre la PPC) me hicieron darme cuenta que no iba desencaminada :-(.
Tamaño de la flota mediterránea
Uno de los aspectos a tener en cuenta es que la mayoría de la flota mediterránea es artesanal por lo que los barcos son pequeños y la capacidad de absorber los descartes en el propio barco es compleja aunque a la par es un estímulo todavía mayor para incrementar la selectividad de las artes.
¿Qué hacemos con los descartes?
Otro aspecto más es que el Mediterráneo pese a tener una gran cantidad de pequeñas empresas dedicadas a la pesca (en contrapartida a la flota Atlántica y del mar del Norte que son empresas de mayor entidad) es un mar donde hay pocos peces.
¿Por qué esto puede ser un problema? Por que no hay una industria de fabricación de harinas de pescado como en las otras zonas, estas industrias se ubican en la cercanía de los grandes puertos de pesca (pues están muy concentrados) y de este modo se pueden absorber los descartes, pero... en el Mediterráneo es difícil plantear industrias que puedan absorber los descartes ya que no son tan numerosas y seguramente no es rentable tener una fábrica de harinas de pescado en cada puerto. Así que... ¿qué hacemos con los descartes?
¿Y cuál es el principal problema?
Bien porque si las tengo que llevar a puerto y no tengo espacio para la pesca que comercialmente puedo vender después,... ¿de qué vivo?... o bien por la picaresca fenicia que acompaña a los mediterráneos (y no hay más que ver los casos de corrupción abundante por ejemplo en España e Italia), puede provocar consecuencias negativas.
Serían necesarios inspectores en cada puerto diariamente para poder realizar un control efectivo de los juveniles que se puedan desembarcar desde el mismo momento en que entre en vigor esta prohibición cosa que al parecer no está prevista en la reforma.
¿Y por qué creo que es importante todo esto?
Porque si se puede generar un mercado negro de juveniles, es nuestro deber como consumidores ejercer la presión suficiente para que esto no se produzca, conociendo las tallas mínimas de las especies y rechazándolas y denunciando cuando se encuentren en el mercado.
Esperemos que los malos augurios no se produzcan y confiemos en la madurez y conciencia de la industria pesquera y de los consumidores. Y que esta reforma sea con la que de verdad se alcance el máximo rendimiento sostenible :-)
Fuente: http://ec.europa.eu/fisheries/reform/index_es.htm
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