La aleta de tiburón es un alimento muy preciado que se cotiza muy carO en los mercados de todo el mundo. Este alimento exquisito procede de una sanguinaria práctica que se realiza por todos los mares del mundo y está poniendo en peligro a las especies de tiburón. Más de 70 millones de tiburones son cazados al año para obtener sus aletas.
El finning en particular consiste en cortar la aleta (fin en inglés) del tiburón que es lo más valioso y dejar el resto del animal en el mar. A menudo, los tiburones todavía permanecen vivos después de cortarles la aleta y están abocados a una muerte segura.En otras ocasiones esta práctica, no deja al animal en el mar sino que lo portan en las embarcaciones y una vez en puerto se procede al corte de la aleta. El resto del animal no posee mucho valor por lo que se suele desperdiciar.
La globalización de esta práctica originaria de China ha provocado que muchas especies de tiburón estén al borde de la extinción, porque otros países se han subido al carro del consumo de su aleta.
Los tiburones no tienen buena prensa en el iamginario popular, la película Tiburón y compañía lo han convertido en nuestro enemigo, por lo que ahora afloran iniciativas para lavar la imagen de estos seres que no dejan de ser una especie más y que no son los asesinos que nos han hecho creer. Un ejemplo es el video que publiqué hace unos días "Niña salerosa" y diversas ONGs han realizado campañas para luchar por la prohibición del finning en la UE.
Confiemos en que la cordura impere y esto se ralentice pero viendo que Japón pretende continuar cazar ballenas con supuestos fines científicos la cosa no presenta una buena perspectiva.
Os dejo este vídeo donde los tres primeros minutos reflejan la crueldad del finning.
Fotografía tomada de: https://theboldcorsicanflame.wordpress.com/tag/the-looming-shark-extinction/
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