20 de enero de 2012

Cuando las condiciones son adversas...

Hace un año y medio hice una inmersión a finales de octubre, concretamente un 30 de ocutbre de 2010. Ese día hacía frío, estaba nublado y había un poco de viento. ¿Qué memoria, eh? Bueno... más que memoria es mi "Libro de inmersiones" donde escribo todos los pormenores de la inmersión a modo de cuaderno de campo, aunque para cuadernos de campo hay que ver este post de Diario de un copépodo que es para quitarse el sombrero!

La inmersión fue a las 9 de la mañana en las aguas interiores de la Reserva Marina de Tabarca, concretamente en Arrecifes Artificiales - 24. Yo no sé qué me pasa a mí con este punto de buceo que siempre que voy en invierno la inmersión no transcurre normalmente. Sin embargo, es el "mejor" para hacer bajo condiciones climáticas adversas porque está a resguardo.


La profundidad de la inmersión es de 24 metros y se compone de tres arrecifes artificiales que es lo sabroso del asunto pues el fondo es de arena muy fina y no hay muchos bichos fácilmente observables y, además, es necesario llevar cuidado en no tocar el fondo con las aletas para evitar la temida turbidez. 

Pues bien, al tirarme al agua estaba fría (19º) y en el descenso empezó a apreciarse la turbidez... entre la poca luz porque estaba nublado y las partículas en suspensión se veía más bien poco y para aderezarlo con un poco más de emoción había un poco de corriente, vamos... fue mi última inmersión de ese año. 

En este punto de buceo se observan bastantes cabrachos (Scorpaena scrofa) que se mimetizan muy bien lo que ocasionó que en una de las ocasiones estuviera a puntito de colocar mi mano sobre uno de ellos, suerte que abrió el ojo de golpe y me di cuenta que era un cabracho y no unas alguillas pardas. Vaya susto porque, además, no era pequeña y las espinas son venenosas (muy doloroso pero no mortal ni similar). Del causante real no tengo foto aceptable, pero de uno de sus vecinos sí:


Como apunte, decir que los cabrachos se distinguen de otras especies del género presentes en el Mediterráneo (S. porcus y S. notata) por los lóbulos en el mentón que tiene el cabracho. Y no son agresores activos sino pasivos y tienden a huir cuando se les molesta.

Bajo esas condiciones era muy difícil la observación de las especies, máxime cuando ni siquiera iba con linterna o foco y dependía de la capacidad de mi vista y de aprovecharme del haz de luz de algún otro buceador del grupo ;).

Aún así, pude sacar una fotografía más "aprovechable", esta vez de una ascidia Clavelina lepadiformis a la que la foto no le hace justifica porque realmente tienen un aspecto de ramillete muy bonito:



Aquí aprovechando el haz de luz de un compañero :D:


Mientras intentaba fotografiar este turbellario  (Prostheceraeus roseus) escondido, al que la foto en exclusiva que le saqué no todavía menos digna que este trocito:


Con este me pasó una cosa muy curiosa porque al apoyar la mano se desplazó a mi guante y no había forma que se despegara, cuando procuré dejarlo sobre la misma zona donde lo encontré se fue por ahí nadando y aunque la foto habría sido muy bonita fue imposible sacarla :(

El final de esta inmersión fue antes de llegar al tercer arrecife porque entrábamos en deco y tocó salir hacia arriba y regresar nadando al barco que después de ir contracorriente lo de nada en superficie pensé que no llegaba... y no fue la única vez! En verano estas cosas no pasan...

Ais, qué mono de buceo que tengo...

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