14 de febrero de 2012

El "efecto reserva"


Ayer mismo hablaba con un conocido aficionado al buceo sobre Cabo de Palos. Me comentaba (muy contento) que buceando en Diciembre había visto muchísima vida y que simplemente con estarse quieto bastaba para ver cardúmenes de peces y sentirse dentro de un documental viendo las interacciones entre las distintas especies.

Lo que más le sorprendió fue cuando le dijeron que al estar la zona protegida había tantísimos peces que habían salido de la zona de reserva hacia las zonas donde sí se podía pescar. Esto es lo que se conoce como "efecto reserva" y es uno de los más interesantes para los pescadores de las zonas donde se realizan tareas de protección. Tal vez así se consiga un mayor avance en la concienciación de la sociedad en la necesidad de crear espacios protegidos en el mar que finalmente redundan en beneficio de todos.


¿Cómo funciona el efecto reserva?

Cuando un espacio está protegido se permite que el medio natural se recupere a su ritmo natural y se producen una serie de cambios más o menos rápidos hasta que se encuentra de nuevo el equilibrio. En el Mediterráneo se considera que son necesarios de 3 a 4 años para observar resultados.

En primer lugar, se percibe la recuperación de la ictiofauna, es decir, de las especies de peces. No sólo se incrementan en número sino que su estructura poblacional se recupera aumentando el número de individuos de las tallas más grandes. También se observa que los peces son más proclives a acercarse al hombre y por tanto el buceo se convierte en una experiencia mucho más enriquecedora.

A la vez pero mucho más lentamente comienza la recuperación de los fondos y los hábitats en algunos de los cuales como las praderas de Posidonia oceánica las larvas y juveniles se encuentran a resguardo de depredadores y permite que abastezcan las poblaciones de la zona de reserva. También las comunidades de invertebrados se recuperan y se incrementa la biodiversidad de la zona mejorando la calidad biológica de la zona.

A la larga, este incremento provoca que los individuos tengan que colonizar nuevas áreas porque hay un exceso de individuos y por tanto “desbordan” la zona de reserva y abasteciendo a las zonas habituales de pesca que se encuentran fuera de la reserva con larvas, juveniles y adultos.

En la actualidad el “Efecto reserva” es de los más estudiados para validar la efectividad de las reservas marinas lo cual redunda en mayores argumentos para reivindicar la necesidad de la protección marina en una superficie mayor de lo que es en la actualidad.

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