Yo confieso que disfruto y me quedo apabullada ante la vida grande, como fue el primer encuentro con el tiburón ballena en Maldivas, simplemente indescriptible, o las mantas diablo, o los tiburones, ¡otras grandes experiencias!
Sin embargo, lo que verdaderamente me toca la fibra es la vida pequeña (y no tan pequeña), colorida y con multitud de formas, esos pequeños animalitos que han evolucionado hacia tal diversidad de formas y colores que muchas veces sobrepasan a la imaginación. Basta ver la diversidad de opistobranquios que hay por todos los mares y océanos del mundo, peces rana, peces piedra, corales, gorgonias, anémonas, esponjas... Me basta ver un cachito de arrecife (o de roca, ni hace falta que sea muy lejos) para mirar en cada recoveco y buscar cualquier cosilla escondida. Destinos de buceo de vida pequeña son el mar Rojo, Sulawesi, el mar Mediterráneo...
A otros buceadores en cambio, esto les puede resultar un poco monótono y prefieren la emoción de los grandes pelágicos: tiburones de todas las especies, ballenas, grandes túnidos, mantas diablo,... Destinos de buceo de vida grande son Maldivas, Galápagos, y más cercanos...
¿Y tú de qué eres: vida grande o pequeña?
Mis prefes.
ResponderEliminarVida grande: 1º Galápagos (sin dudarlo) 2º Maldivas 3º Palau
Vida pequeña: 1º Lembeh (Sulawesi) 2º Anilao (Filipinas) 3º cualquier sitio del Mediterráneo (por decir algo)
Saludos!
Pues habrá que ir a Galápagos sin dudar ;-) Y mientras tanto ir ampliando la lista de destinos futuros!
EliminarGracias Rosa!
Hola Gloria:
ResponderEliminarPues yo soy de vida cercana y lejana. Me explico: quiero conocer la vida cercana con intensidad, la de mi Mediterráneo, y después saltar a otros lugares; porque definitivamente, la vida sub me fascina. :-)
Genial lo de vida cercana y lejana porque... ¡hay tanta diversidad sólo en el Mediterráneo que da casi para una vida!
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